sábado, 9 de julio de 2011
Lo que necesitaba; un acompañante de vuelo. Alguien que cuando mis alas se resquebrajaran fuese a comprar mil hilos de mil colores para decidir cual es el más bonito para volverlas a coser. Que trasnoche conmigo por las calles vacías sin preguntar un por qué y que su sonrisa sea de esas en las que te quedas enganchada durante horas. Alguien que me hiciese sentir como una niña con zapatos nuevos al volver casa tras pasar una tarde tumbados en la hierba sin necesidad de nada más. Que me mienta por las mañanas y me diga que estoy preciosa. Si, de esos que te hacen el amor con ganas y te acarician la cara con ternura...Aquí te tengo, y no te suelto.
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